
EL SECUESTRO DE LAS HABILIDADES
¿Cuántas veces te has sentido atascado? Por más que tengamos los estudios suficientes para llevar a cabo nuestras labores, existe un sin número de razones por las cuales los días siguen pasando y nuestra vida la sentimos detenida. Hoy reflexionaremos acerca de nuestra mente y los procesos que dificultan o ayudan a desarrollar ese trabajo que principalmente están para nuestro bienestar; sabemos que tenemos un invitado permanente en nuestra vida, llamado estrés… él llegó hace un tiempo silenciosamente, y sin aún escucharlo, ya lo sentimos apoderándose de nuestras formas de pensar, de ser y de hacer. Es una de las principales razones por las cuales nuestro organismo genera un sinfín de enfermedades que no sabemos su origen específico… aunque si lo sabes, su inicio fue cuando el estrés y tú se volvieron uno.
El estrés inicia con el imaginario de las cosas, así es, el estrés no es parte de la realidad sino de la mente, se dice claramente que uno se estresa a partir del pensamiento, por ende, al pensar generamos emociones que no son una realidad, solo imaginación. Es en ese momento que inicia en el imaginario y se convierte en realidad al creerlo (solo si tú lo crees). Recuerdas cuando Tesla decía que “Si lo crea en su mente, ya existe” y está demostrado que es cierto, la mente es tan poderosa que construye lo que tú deseas o lo destruye rápidamente.
Por ende, pensamos que todo lo que tenemos en mente puede ser cierto. Pregúntate ahora: ¿Qué sucede cuando te imaginas los miedos, temores, angustias y pesares? ¿Qué sucede cuando lo que te imaginas te paraliza? ¿Cómo actuar en positivo, sí imaginamos en negativo? Nuestros procesos mentales de temor, angustia y miedo se basan principalmente en nuestro desconocimiento o por frustraciones del pasado, que al sentir el mismo patrón de sucesos, cree que pasará igual que una mala experiencia anterior.
Tenemos infinidad de temores como; temor al fracaso, a la desaprobación, a la pérdida del trabajo, a una ruptura amorosa, etc.; y todos mantienen un denominador común; son negativos y no existen aún. Al pensar en negativo, tu mente imaginará posibilidades para que se concrete lo pensado y caerás en eso que tanto temes. En cambio pensar en positivo, hará que realices tus más deseados anhelos siempre. Tener afirmaciones constructivas mentales de 3 a 9 veces por día (M/T/N), es una técnica sencilla que puedes aplicar. Así destruimos el tiempo que nos toma alimentarnos de negatividades o de miedos y edificamos lo que estamos deseando que pase, creando esa vida; primero en nuestra mente diseñando los pasos y segundo concretando las acciones.
Hoy en día se habla mucho acerca de habilidades blandas, que son simple y llanamente aquellas que nos van a permitir entender la vida sin derrumbarnos manejando las emociones, “No a partir del silencio, sino del entendimiento”. A partir de esta variable, abrimos la posibilidad de aprender aquel liderazgo del que todos hablan, puesto que no existe líder sin manejo de emociones. ¿Cuál sería el rol de un jefe que no puede manejar sus propias emociones? ¿Cómo resolvería las situaciones? En las compañías se habla de liderazgo de trascendencia y cabe mencionar que aún nosotros mismos estamos en el proceso de entender y aceptar nuestra vida personal; y algunos, al no entenderla se refugian en la vida laboral y empiezan los inconvenientes… ¿Sucede cierto? Esa dualidad termina agobiando a la persona cuándo quieres realmente ser un ser integro.
Llega un momento en tu vida que quieres mejorar y cultivar tu interior; y para ello desarrollar tu inteligencia emocional, te proporciona las herramientas precisas para este proceso. Dentro de él verás que para ser líder primero debes quitar la venda que cubre tus ojos, empezar a observar la realidad; asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Liberar tus parámetros mentales de opresión; conocer que causa tus miedos; entender tus habilidades y fortalezas; hablar el mismo idioma con respeto y amor a tu mente, a tu cuerpo y a tus sentimientos. Interiorizar el significado de la frustración, ya que no es nada más que una expectativa alta que creó tu mente y que no conocías en su totalidad, por ende, al no conseguirlo, no tienes la satisfacción deseada. Siguiendo esa lógica, el fracaso no existe; lo que existe es la falta de aprendizaje, experiencia, conocimiento y, capaz, hasta la confianza en ti mismo. A eso que le llamas “fracaso”, se convirtió en el aprendizaje de tu vida, se transformó en una maestría de amor propio para decirte a ti mismo que sí puedes, que te hacen falta datos, tiempo, madurez y, sobre todo, que “sí tienes las ganas” que te impulsaron a seguir y tomar el “reto” por las astas hasta lograrlo.
Cuando comprendiste ese cambio en tu mente, de frustración a reto, fue cuando procesar y aprender de ti, se convirtió en una metodología de vida. Allí empieza tu camino de liderazgo. Como dijo Albert Einstein: “Todo aquello que el hombre ignora, no existe para él. Por eso el universo de cada uno se resume al tamaño de su saber”, esta frase la aplicamos al 100% para nuestro autodescubrimiento.
Recuerda que tienes que alimentar tu mente, realizar muchas experiencias y gozar tus sentimientos. Es allí justamente donde la mayoría de seres humanos aún somos pobres, aún estamos en una etapa de preescolar emocional, cuando gozamos de maestrías y doctorados académicos. Te invito a entenderte cada día más, a perder el temor de conocer al ser más maravilloso que existe en este mundo; que eres tú y recién ahí, te convertirás en el líder de tu vida y en el líder empresarial que tu negocio necesita.
Jenny Beingolea Delgado
Master Coach